jueves, 16 de diciembre de 2010

Los Sirio-Libaneses en Colombia. (Yaspe)

Biblioteca Luis Ángel Arango: Blaa digital: Biblioteca Virtual

Boletín Cultural y Bibliográfico , Número 29, Volumen XXIX, 1992



Joven árabe, a principios de siglo, en la costa Atlántica (Fotografí a de F. Vega D., colección privada).

En la tierra de las oportunidades: los

sirio-libaneses en Colombia


L0UI5E FAWCETT DE POSADA Y EDUARDO POSADA CARBÓ

CUANDO ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO le preguntó a Alejandro Galvis por qué se empeñaba tanto en la candidatura de Gabriel Turbay, en la década de 1940, Galvis respondió: “porque él es santandereano como yo, y desde los tiempos de Aquileo Parra no tenemos un presidente en nuestra región” 1 .

Nacido en 1901, de padres libaneses, Gabriel Turbay ascendió en las filas del partido liberal colombiano, tras haberse destacado entre los grupos de izquierda que atrajeron la atención de la juventud de su época. Su grado de medicina fue pronto reemplazado por la pasión política en una carrera de buenos éxitos apenas truncada por su muerte prematura: congresista, ministro de varias carteras en distintos gobiernos, embajador de Colombia en diversas misiones diplomáticas y, finalmente, candidato a la presidencia de la república. En las reuniones del gabinete, López Pumarejo llamaba a Turbay “el turco”, apodo que con frecuencia sus opositores conservadores intentaban explotar para crearle animadversión en el electorado. Ni el apodo, ni las caricaturas que a veces lo representaban con una prolongada nariz parecen haber tenido mucho éxito 2 . “El turco” siguió conquistando el liderazgo del partido liberal, inclusive en oposición a Jorge Eliécer Gaitán, y para muchos, como lo demuestra la respuesta de Galvis Galvis a López Pumarejo, Gabriel Turbay era un santandereano más que merecía heredar los triunfos de Aquileo Parra.

Gabriel Turbay fue apenas el primer ejemplo destacado de las sucesivas conquistas políticas logradas por individuos de origen sirio-libanés en Colombia 3 . Las conquistas políticas tuvieron un temprano paralelo en las conquistas económicas en el mundo de los negocios. Aunque la imagen del buhonero sobrevive todavía cuando se analizan las primeras actividades de los árabes en tierra americana —una fiel imagen en muchos aspectos— los inmigrantes sirio-libaneses se ocuparon en los más diversos campos de la economía nacional desde su llegada a Colombia. Como en la política, sus empeños coronaron prontos triunfos. Como en la política, también en el comercio, en la industria, en la agricultura y en los servicios los sirio-libaneses encontraron en Colombia el sueño de todo inmigrante: oportunidades.

El comportamiento, y sobre todo las conquistas, de la inmigración árabe en Colombia —como las de otras inmigraciones no europeas: la judía del Levante y la china, por ejemplo- 4 plantean interrogantes de interés respecto de la misma sociedad colombiana. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, puede caracterizarse a la sociedad colombiana como cerrada bajo rígidas estructuras sociales, tal como parece ser la interpretación ya tradicional entre los investigadores del acontecer nacional? ¿Ha sido la política un medio de ascenso social en Colombia o, por el contrario, el reducto exclusivo de una oligarquía? 5 . Es muy sabido que, dadas sus circunstancias adversas, los inmigrantes tienden a realizar extraordinarios esfuerzos para consolidarse en sus nuevas realidades. Sin embargo, ¿cuáles fueron las condiciones internas que permitieron a los sirio-libaneses sobresalir económica, política y socialmente en Colombia? Estas inquietudes son particularmente relevantes cuando se tiene en cuenta que la legislación colombiana no estimuló de manera efectiva una política de inmigración similar a la que se ha impulsado en países como Estados Unidos, Argentina o Venezuela.

Este breve ensayo quiere servir de introducción al tema de la inmigración sirio-libanesa en Colombia, a sus orígenes y a su desenvolvimiento durante el siglo xx 6 . Al destacar sus triunfos y conquistas, sin embargo, surgen también inevitablemente algunas apreciaciones sobre la naturaleza de la sociedad que les ha servido de escenario. Antes de seguir adelante, es necesario analizar, aunque someramente, el sentido de la política colombiana relacionada con la inmigración extranjera, con el fin de identificar lo que en principio parece una paradoja: el comportamiento exitoso de un grupo de inmigrantes frente a una legislación adversa y a ratos hostil.

II
En el papel, las leyes de inmigración en Colombia pueden sorprender por lo abundantes, pero históricamente sobresalen más aún por su ineficiencia 7 . Iniciativas individuales apoyadas por las legislaturas locales, como la Compañía Anónima de Inmigración i Fomento, establecida en Santa Marta en 1871, no faltaron. Tampoco faltaron proyectos de leyes, como el presentado ante el Senado en 1917, cuando se sugería establecer agencias especiales de inmigración en Canarias, las islas Baleares, Siria, Japón y China 8. A pesar de las numerosas leyes y de los significativos esfuerzos, las cifras de inmigrantes que finalmente decidieron establecerse en el país durante ese período de masiva emigración mundial, 1850-1930, son realmente mínimas en comparación con las de Canadá o Australia y, por supuesto, con las de Argentina o los Estados Unidos 9 . J. Albarracín, quien en 1929 se encontraba al frente de la Oficina de Inmigración y Colonización en Colombia, entendía muy bien que para ser efectiva la legislación hacía falta dinero, “para alojar [...] al inmigrante pobre, en los puertos de su entrada, y así poder dirigirlo a colonias o sitios adecuados” 10

La pobreza generalizada del país durante dicho período explica, en buena parte, la falta de atractivos que el país presentaba para los inmigrantes frente a otros posibles destinos. Además del estudio de unas condiciones económicas poco favorables, existe también la necesidad de explorar más sistemáticamente la actitud nacional frente a la presencia de los extranjeros, con el fin de entender a cabalidad el comportamiento de la inmigración en Colombia.

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1 Alejandro Galvis Galvis. memorias d e un político, Bucaramanga, 1975, pág. 518. (regresar1)

2 Véase A. Rodríguez Garavito, Gabriel Turbay, Bogotá, 1965. Un breve perfil de Turbay escnto por un observador extranjero se encuentra en Leading personalities e n Colombia Bogotá, 2 de febrero de 1937, Public Records Office, Londres, PO37 11206241A3286. Véase también el informe de la Misión Británica al Foreign Office, Bogotá, 1’ de noviembre de 1943, F0371/33796. (regresar2)

3 El apelativo sirio-libanes está usado para denominar tanto los inmigrantes de Siria y el Libano como a los palestinos. En Colombia, el gentilicio árabe ha reemplazado ahora al de sirio. Acerca de la impropiedad del uso de la designación “turcos, véase nota 15. (regresar3)

4 Existen algunos ensayos introductorios al estudio de la inmigración judía en Colombia. Véase, por ejemplo, Celia S. Rosenthal, Tite jews of Barranquilla. The studies of a Jewish conimunity in South America, en Jewish Social Studies, octubre de 1965, y el trabajo de ltic Croitoru lotbaum, De Safarad al neosefardismo, Bogotá, 1976. La inmigración china ha recibido muy poca atención. Los Apuntes de la colonia china en Barranquilla, escritos por Eduardo Carbonell en 1979 destacan el significado de este gnipo de inmigrantes. (regresar4)

5 Para una reciente y breve descripción del sistema político colombiano como “oligárquico”, véase Francisco Leal Buitrago, “El largo brazo de la oligarquia”, en El Espectador, Bogotá, 6 de septiembre de 1992, pág. 3F. (regresar5)

6 Véase Louise Fawcett de Posada, Libaneses, palestinos y sirios en Colombia, Barranquilla, Universidad del Norte, serie Documentos, 9, Barranquilla, 1991; J. García Usta, “La inmigración árabe”, en El Universal, Casiagena, 20-27 de mayo de 1984; L.G. Behaine, “Un siglo de inmigracián libanesa”, en Caribe, vol. 1, núm. 2, 1988, págs. 15-17. (regresar6)

7 F.Bastos de Avila, ¡nmigration i n Latí n Ame ri ca, Washington, 1964, pág. 5. (regresar7)

8 Gaceta de Bolívar, Cartagena, 4 de junio de 1871, pág. 88; y Anales del Senado, 4 de octubre de 1917, pág. 203. El Congreso aprobó leyes para fomentar la inmigración, por lo menos, en 1884, 1894, 1920, 1926 y 1928. Véase Policía Nacional, Codificación de leyes y decretos ejecu­tivos sobre extranjeros, Bogotá, 1928. (regresar8)

9 Argentina y Brasil, y Uruguay en menor grado, atrajeron el mayor número de inmigrantes a Latino­américa: cerca de 91 por ciento de los 11 millones de personas que se establecieron en esta región. Véase Magnus Mórner, Adventurers antl proletarians. The story of migrants la Latin Amenca, Paris, 1875, pág. 47. (regresar9)

10 J. Albarracín a José A. Montalvo, Bogotá, 21 de julio de 1929, Archivo Nacional de Colombia, Sección República (en adelante, citado como A.N.C.), Ministerio de Industrias, Baldíos, vol. 2, folios 62 y 63. (regresar10)

1 comentario:

  1. Cuando estuve en búsqueda de alquiler de apartamentos en palermo, buenos aires, conocí a mucha gente de esa ascendencia. La verdad que son excelentes personas, y me encanto su comida!! Saben donde podría encontrar recetas típicas suyas??

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